Según un informe de CBRE España, el avance tecnológico del último tiempo ha permitido el desarrollo de nuevas formas de interacción entre los individuos en la mayoría de los mercados y el inmobiliario no parece ser la excepción. En este sentido, dentro del real estate se está optando cada vez más por el uso de los smart contracts y las cryptomonedas para las transacciones inmobiliarias. Escritos en lenguaje virtual, este tipo de instrumentos, tienen la facultad de ejecutarse de forma automática, a partir de una serie de parámetros programados.
“Los contratos inteligentes o smart contracts funcionan como un registro de transacciones, al igual que un contrato tradicional, pero lo hacen a través de la generación de un token en la blockchain, que representa legalmente un activo o contrato en el mundo real y genera un registro único e imborrable de las actividades comerciales que se realicen, ejecutándose únicamente cuando se den las condiciones preestablecidas y sin intervenciones de terceros”, afirma Nicolás Ferrero, gerente de Investigación de CBRE Argentina.
En un futuro, esta modalidad podrá tomar un rol cada vez más presente en los procesos diarios, no sólo para mantener el registro seguro de transacciones, sino para formalizar contratos de alquiler, valuaciones, derechos de compra, etc. Según un informe de CBRE España, en 2021 las transacciones realizadas por este medio fueron de 4.9 billones de dólares a nivel mundial, proyectando un crecimiento de 67.4 billones para 2026. En Argentina, varias constructoras e inmobiliarias fueron capacitadas por la Cámara Inmobiliaria Argentina en las novedosas formas de pago referenciadas y ya existen startups que respaldan aquel tipo de transacciones.
“Los beneficios de esta clase de contrato son concretos: carácter inalterable de las cláusulas, mercados más transparentes debido a que los valores de los inmuebles no estarían cargados de costos notariales ni adicionales de ningún otro tipo, los precios reflejados serán los reales y se generarán acuerdos sin intervención del Estado u otros intermediarios”, agregó Ferrero.
De este modo, las partes podrán actuar libremente en transacciones en las que ambos se beneficien de la ausencia de terceros. Además, al realizarse el registro de las operaciones en la blockchain, implicará que serán de acceso público y descentralizado y, en consecuencia, todos los individuos podrán conocer los valores de los inmuebles vendidos o alquilados y ello permitirá detectar fácilmente si la oferta existente es conveniente o no. La eficiencia y rapidez que traerán las nuevas tecnologías en el futuro, sumado a las nuevas formas de financiación y pago a través de las criptomonedas, se traducirá en una mejora significativa en el uso del dinero a la hora de decidir en qué lugar vivir o trabajar.