Un dólar alto en términos reales puede favorecer la entrada de extranjeros y disminuir la salida de locales, y lo contrario un tipo de cambio bajo. En este sentido, cabe destacar que el dólar “turista” era un 30% más elevado en I-T que en abril-agosto. Y punta a punta la diferencia es aún mayor, de 54% (enero vs. agosto).
Una manera de analizarlo es desde el punto de vista del mercado de cambios. En los primeros ocho meses, los egresos por turismo totalizaron US$5.042 M. Pero lo interesante es la dinámica mensual: mientras que en el primer trimestre (I-T) se fueron, en promedio, US$480 M por mes, desde abril dicho número saltó a US$720 M; es decir, creció un 50%. Por su parte, los ingresos evidenciaron un comportamiento opuesto, aunque menos marcado: los ingresos mensuales fueron US$240 M en I-T y US$195 M en abril-agosto (-18,8%). Como resultado, la balanza acumula un rojo de US$3.345 M en 2024.
Otra manera de verlo es revisar el flujo de turistas, en donde se da una dinámica similar. En relación con el turismo receptivo, ingresaron al país 776 mil personas por mes durante I-T -en promedio-, lo que implica un 23% más que los primeros trimestres de 2016-2023 -sin 2020 y 2021- pero entre abril y agosto entraron 436 mil, un 5,6% menos que la media de los últimos años. Por su parte, el turismo emisivo cayó durante casi todos los meses, pero la caída fue mucho más pronunciada en I-T (-20%) que en abril-agosto (-8,5%).
Si bien hay varios factores que pueden estar incidiendo en lo anterior, resulta evidente que hay una clara relación entre la balanza turística y el TC: un dólar alto en términos reales puede favorecer la entrada de extranjeros y disminuir la salida de locales, y lo contrario un TC bajo. En este sentido, cabe destacar que el dólar “turista” era un 30% más elevado en I-T que en abril-agosto. Y punta a punta la diferencia es aún mayor, de 54% (enero vs. agosto).