De los materiales ecológicos o amigables con el medio ambiente se espera que no generen contaminación del aire ni despidan elementos nocivos para las personas durante su instalación y vida útil, e incluso durante su proceso de fabricación. Con esta premisa, Argentina Green Building Council la ONG a nivel regional que se ocupa del desarrollo y gestión de estrategias que buscan acelerar la sustentabilidad y fomentar la transformación en el sector de la construcción del país, realizó un análisis de aquellos materiales que hoy se encuentran en el mercado y que cumplen con los requisitos necesarios para cuidar la salud de las personas que habitan las viviendas o trabajan con materiales de la construcción.
Al secarse, las pinturas convencionales desprenden compuestos orgánicos volátiles (COV o VOC, en inglés), los cuales son potencialmente perjudiciales para la salud y se los vincula a enfermedades respiratorias. Por el contrario, las líneas de pinturas especialmente formuladas con bajo contenido de COV no emiten agentes nocivos y su formulación “al agua” reemplaza solventes y diluyentes. Con lo cual, los pintores y personas que están en contacto con estas pinturas no quedan expuestos a la inhalación de compuestos nocivos.
Algunos pegamentos utilizados para la colocación de solados también pueden contener COV. Los materiales para pisos de base mineral -tales como cerámicos, ladrillos y piedra cortada sin recubrimientos de base orgánica- califican por sí mismos como materiales saludables. Pero hay que elegir el pegamento adecuado. Lo mismo sucede, con productos para revestimiento de paredes ya sea de la familia de productos acrílicos, látex o cementicios- también son amigables con el ambiente y las personas por ser productos de formulación “al agua”. A su vez, los revestimientos a la cal permiten que las paredes “respiren” logrando un tenor de humedad óptimo en los espacios interiores. Este material evita la formación de hongos y esporas, lo cual es beneficioso para la salud de las personas.
En el mismo sentido, las placas de yeso resistentes a la humedad colaboran para mantener la calidad del aire interior. Los sistemas antihumedad conforman una barrera protectora -el yeso es un regulador natural de la humedad y permite evitar su propagación al ambiente- y contribuyen a la regulación de la temperatura interior.