Se estima que el cambio climático será responsable de alrededor del 20% del incremento de la escasez global del agua. De acuerdo con los resultados obtenidos en 2021 del Barómetro de Hogares Verdes y Saludables, el estudio realizado por Argentina Green Building Council (AGBC), ONG regional dirigida al desarrollo y gestión de estrategias que buscan acelerar la sustentabilidad y fomentar la transformación en el sector de la construcción del país, se indicaron los requisitos necesarios para contribuir positivamente en la salud de las personas. Existen 6 atributos que las viviendas tienen que tener para ser consideradas saludables y sustentables: calidad de aire interior, confort térmico y eficiencia energética, iluminación natural, ruido y acústica confortable, conexión con la naturaleza y precisamente, el tipo de consumo de agua y la posibilidad de ahorrarla.
La filtración de agua, tanto física como química, ayuda a conservarla y evitar su desperdicio. Según el estudio de AGBC, el 68% de los 25 mil encuestados, no tiene instalado filtro ni purificador de agua potable en sus hogares. El agua potable limpia es un requisito para una salud óptima. Más de dos tercios del cuerpo humano, están compuestos de agua, un componente principal de las células y el medio para el transporte de nutrientes y desechos por todo el cuerpo.
El Instituto de Medicina (IOM) recomienda que las mujeres consuman aproximadamente 2,7 litros y los hombres 3,7 litros de agua por día, de todas las fuentes, incluida el agua potable, otras bebidas y alimentos. Estas cantidades son las adecuadas para compensar lo que deja el cuerpo a través de la transpiración y la excreción, ayudando a eliminar toxinas y otros desechos. Y en relación a estas recomendaciones, el estudio pudo comprobar que más del 70% de las personas consultadas come menos de 4 porciones diarias de frutas y verduras, que son justamente una de las fuentes de agua más importantes en relación a los alimentos.
“Es importante que los edificios y viviendas puedan diseñarse de manera tal que promuevan hábitos alimenticios y bebidas más saludables como instalar filtros para metales disueltos que ocasionan toxicidad, o eliminar elevados niveles de turbidez o hasta diseñar cocinas con espacios para el guardado y refrigeración de frutas y verduras”, recomienda la ejecutiva.
La conservación del agua es fundamental para proteger las reservas de agua existentes, disminuir las crecientes tensiones ambientales, ahorrar energía y liberar recursos para poblaciones sin acceso al agua limpia. La incorporación de sistemas de ahorro de agua como boquillas restrictoras de caudal, anillas automáticas, griferías con sensor electrónico o inodoros de doble descarga en las instalaciones domésticas pueden colaborar a un uso más eficiente de este recurso al disminuir eficientemente el agua utilizada, lo que naturalmente redundará en una mayor cantidad disponible para el consumo.