Ya no sólo se trata de tener buenas prácticas cotidianas que permitan disminuir el consumo de energía en el hogar o la oficina, sino es una cuestión de estado para algunas naciones.
El arquitecto Gustavo Di Costa, docente de la universidad de Palermo y la UADE, explica que en Francia ya se está trabajando en una normativa que prohibirá a partir del próximo año el alquiler de unidades de viviendas mal aisladas térmicamente, con el objetivo de vehiculizar el ahorro de energía destinada al acondicionamiento térmico de las edificaciones. Esta medida sería aplicable a las casas de alquiler demandantes de más de 450 kilovatios hora por m2 al año, a partir del año 2023. La medida surge de un estudio formulado por la Agencia Nacional para la Información sobre Vivienda (ANIL), organismo francés el cual detectó que un 12,9% de las unidades habitacionales ofertadas, en una conocida página web inmobiliaria, resultan ser derrochadoras térmicas o “energívoras”.
En este mismo sentido Guillermo Simón Padrós, director ejecutivo de Argentina Green Building Council, explica que “el 24% de consumo energético lo provocan las viviendas, y es ahí donde se puede ir reduciendo el consumo, teniendo una buena envolvente, sin duda se puede ahorrar mucho”.
Con la mirada puesta en el país, el arq, Di Costa asegura que sería casi improbable aplicar un marco normativo similar en Argentina, pero que en principio existen otras estrategias útiles para lograr hogares más eficientes energéticamente. “¿Por dónde comenzar? por ejemplo, el reemplazo de aquellas aberturas ineficientes por alternativas “ahorradoras”. Si consideramos que un adecuado aislamiento térmico de las envolventes permite obtener ahorros de hasta el 40% en las tarifas de gas y electricidad, y que en muchos casos, grandes áreas de muros contienen ventanas, su estudio merecerá una particular trascendencia. En ese sentido, los profesionales contamos con aberturas compuestas por perfiles de PVC responsables de garantizar una baja conductividad térmica, a partir de su diseño multicámara, sistema de cierre perimetral y el uso de doble vidriado hermético, logrando en su conjunto, una disminución de más del 50% de las pérdidas de energía producidas a través de las aberturas, acotando el consumo destinado a climatizar y calefaccionar los ambientes.”
Está comprobado que las carpinterías de PVC son las más eficientes energéticamente, se destacan por el alto grado de estanquidad y hermeticidad con la consecuente aislación térmica y acústica; resistencia y mínimo mantenimiento, optimizando la energía consumida en la vivienda.
“El 50% del consumo eléctrico en las viviendas proviene de la climatización (calefacción y refrigeración), y aproximadamente el 20% de las pérdidas de energía se originan por las ventanas cuando los materiales no son eficientes. Con lo cual, una elección adecuada al momento de construir o refaccionar una vivienda, contribuye al ahorro energético y al uso eficiente de los recursos existentes”, explica la Arq. Adriana López, jefa de grandes proyectos de TECNOPERFILES, secretaría de comisión directiva de la AAPVC, y representante de la empresa en diversos subcomités de IRAM.
Asimismo, la especialista recibió la certificación oficial “Certified Passivhaus Designer”, título reconocido a nivel internacional, otorgado por el Passivhaus Institut. (Alemania), para poder diseñar, calcular y rehabilitar edificios según el estándar PASSIVHAUS.
Las viviendas que están construidas según los estándares Passivhaus son aquellas en las que se reduce en un 75% las necesidades de calefacción y de refrigeración, de fuentes de energía no renovables.