Desde Andima, Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes, se comparten los criterios que deben ser tomados en cuenta para asegurarse que una vivienda sea lo más eficiente energéticamente posible:
1. Orientación, iluminación y ventilación natural: la orientación debe ser abierta hacia el norte o noreste, con ventilación cruzada, protecciones solares, sobre todo al oeste (aleros, parasoles, toldos), colores claros en particular en la región central del país y cuando se trata de obras nuevas.
2. Aislación térmica eficiente en la envolvente (techos, muros y pisos); puede ser lana de vidrio, poliestireno expandido y poliuretano. Con aislación térmica eficiente se logra ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 70% en las facturas sobre la luz y el gas consumidos para climatizar un hogar.
3. Vidrios y carpinterías: doble vidriado hermético, carpinterías eficientes o con ruptura puente térmico, cortinas de enrollar o postigos.
4. Tipo de electrodomésticos y gasodomésticos: artefactos de climatización y otros electrodomésticos etiquetados, calefones sin piloto e Iluminación LED.
5. Energías Renovables: calefones solares (colectores solares) y paneles fotovoltaicos.
“La aislación térmica eficiente es fundamental para asegurar la eficiencia energética de cualquier vivienda, ya que ayuda a mantener una temperatura confortable en el interior, reduciendo la pérdida de calor en invierno y el ingreso de calor en verano. Por lo tanto, no solo estamos mejorando el confort de los habitantes del hogar, sino que también contribuimos al ahorro energético y a la reducción de emisiones de CO2”, comenta Federico García Zuñiga, consultor técnico de Andima.
Cuantas más de las condiciones mencionadas cumpla una vivienda y en el orden establecido, más eficiente energéticamente va a ser, lo que en consecuencia conlleva muchos beneficios para sus habitantes. Tomarse el trabajo de hacer este check list antes de decidirse por alquilar, comprar o remodelar una vivienda es clave y otorga importantes beneficios:
• Tener capacidad de ahorro: el gasto que supone en la economía familiar una vivienda poco sostenible es altísimo. Las viviendas que por ejemplo no tienen un buen aislamiento térmico eficiente pueden perder, el 40% de la energía por el techo, un 30 % por los muros, un 20 % por las carpinterías y un 10% por el suelo.
• Lograr un buen confort térmico y buena salud y de calidad.
• Colaborar con el cuidado del planeta: minimizando el consumo de recursos y la utilización de energías limpias, sin contaminar ni malgastar la energía.
El desafío está en que el sector de la construcción tenga en cuenta métodos y prácticas que hagan a una vivienda más eficiente, pero, por otro lado, que los consumidores cuenten con toda la información necesaria para saber si una vivienda es eficiente energéticamente y prioricen este tipo de construcciones.