Una casa pasiva es un tipo de vivienda con una construcción determinada que genera una reducción importante del gasto energético. Cuando se habla de ellas se refiere a viviendas de obra nueva creadas con un diseño ideado para ese fin, aunque es posible transformar en pasiva una casa ya construida. Según estudios, habitar una casa de estas características, puede hacer que se ahorre un 75% o más en el gasto de la energía tanto para calentar con calefacción, como para refrigerar a través del aire acondicionado.
“La importancia de la eficiencia energética dentro de las viviendas supone una serie de ventajas a la hora de ahorrar en las facturas de energía, contribuir para lograr una vivienda pasiva y la sostenibilidad del planeta”, comenta Silvina López Plante, integrante del grupo de instituciones por el etiquetado energético de viviendas. “Para que una vivienda logre un mejor uso de la energía y reducir así su consumo, es clave primero cuantificar su requerimiento energético”, agrega
Para esto existe lo que se conoce como la Etiqueta de Eficiencia Energética, un documento que muestra el requerimiento de energía de la propiedad para satisfacerlas necesidades de calefacción, refrigeración, calentamiento de agua sanitaria e iluminación, según cómo fue construida y las instalaciones con las que cuenta y su emplazamiento, asegurando confort higrotérmico interior.
A partir de este contexto y la creciente necesidad de reducir el consumo energético, el equipo técnico del comité organizador del Congreso Argentino de Etiquetado Energético de Viviendas, destaca los seis beneficios que brinda el sistema:
1. Reducción del consumo de energía. Conocer las características constructivas y las instalaciones de una vivienda permite identificar las causas que producen humedades y patologías, déficits en la calefacción, falta de confort, entre otros problemas que generan aumento del consumo y actuar sobre ellos.
2. Ahorro económico. La reducción del consumo de energía se refleja directamente en la disminución de los valores de las facturas de electricidad y gas, pero manteniendo condiciones ideales de confort higrotérmico. Hacer reformas o mejoras en una vivienda para mejorar su etiqueta es totalmente rentable ya que permite ahorrar en los servicios.
3. Diferenciar en el mercado inmobiliario. A la hora de querer vender o alquilar una vivienda que tenga etiqueta de eficiencia energética, esta permite comparar entre las que son más eficientes, lo que pone en valor al inmueble y lo hace más atractivo destacándolo del resto.
4. Mejora las condiciones de confort. Una vivienda con calificación A, requiere muy poca calefacción durante el invierno y menos necesidad de aire acondicionado en verano manteniendo sin embargo excelentes condiciones de confort higrotérmico interior..
5. Respeto por el medio ambiente. Consumir menos energía hace posible reducir el consumo de muchos recursos naturales no renovables, lo que contribuye a preservar y cuidar el medio ambiente y la salud del planeta en general y no menos importante disminuir las emisiones de CO2 causantes del cambio climático.