Adaptabilidad digital

Hoy la transformación digital ya no alcanza, la verdadera diferencia la marca la adaptabilidad digital. Es decir, la capacidad de construir productos tecnológicos que sean accesibles, usables y diseñados para todas las personas, sin importar sus capacidades.
Adaptabilidad digital

Desde el área del testing de software, Paola Aguirre, líder de Servicios de Testing, Ecosistemas Global precisa: “Sabemos qué la calidad ya no se mide solo por si el software funciona, tenemos qué pensar en estabilidad, rendimiento y también si es accesible: ¿puede navegar nuestro sistema una persona que no utiliza el mouse? ¿El contraste de colores permite que alguien con baja visión o daltonismo pueda operar con seguridad? ¿Los contenidos multimedia tienen subtítulos? ¿Se puede acceder a todas las funcionalidades desde un lector de pantalla?”

Estos no son interrogantes secundarios. Son centrales. El 16% de la población mundial vive con alguna discapacidad, lo que representa más de 1.300 millones de personas. Ignorar este dato es excluir parte de los usuarios de los sistemas o.

En una reciente capacitación junto a Fundación Por Igual +, con base en Córdoba, se reforzaron conceptos clave: el diseño accesible no es una tendencia, es un derecho. Y aplicar estándares como las WCAG no es un lujo, sino una responsabilidad ética y legal. En Argentina, la ley 26.653 obliga a los organismos públicos a respetar estos criterios de accesibilidad web, pero el verdadero cambio comienza cuando las empresas deciden hacerlo por convicción, no por obligación.

Adaptabilidad digital
Paola Aguirre, líder de Servicios de Testing

“Desde Ecosistemas Global abordamos la accesibilidad desde la práctica. Uno de nuestros equipos colaboró en la revisión de una plataforma bancaria que, en su versión inicial, no permitía la navegación por teclado. Para usuarios con discapacidades visuales o con discapacidades motoras en sus manos, esto hacía imposible operar. Aplicando buenas prácticas, logramos que cada campo, botón y mensaje fuera 100% accesible, sin afectar el diseño general. El resultado: una interfaz más inclusiva y, al mismo tiempo, más robusta para todos”, comenta Aguirre.

Pero la adaptabilidad digital no es solo tarea del área de testing. Involucra a UX, a desarrollo, a producto, a negocio. Implica pensar el producto desde el inicio con enfoque inclusivo: desde los contrastes de color hasta las metáforas visuales, desde el tamaño de fuente hasta el lenguaje que usamos para comunicarnos.

Un producto accesible reduce el rebote, mejora el posicionamiento en buscadores (SEO) y amplía el mercado potencial. Pero, más allá de los beneficios de negocio, construir accesibilidad es construir equidad.

“Mi invitación, desde el rol de QA, es a empezar por lo que podemos hacer hoy: usar herramientas de validación automática, testear con teclado, incluir subtítulos en vídeos, revisar nuestras etiquetas en formularios. Son pequeños pasos, pero abren puertas”, apunta Aguirre.

La adaptabilidad digital no es solo una cuestión de cumplimiento. Es una forma de construir tecnología más empática, más sostenible y con mayor impacto. Porque lo que es accesible para una persona con discapacidad, también mejora la experiencia para todas.