Diseñado por las arquitectas Lucía Birriel Etchegoyen y Clementina Zein, del estudio de arquitectura BiZein para la fundación Residentes sin Fronteras, además de la sede, albergará un comedor comunitario y una escuela de oficios.
En planta baja se desarrolla el salón comedor para niños y adolescente y punto take away para adultos. Aparte tiene un quincho y parrilla, para realizar actividades comunitarias. Y en planta alta se ubica el àrea administrativa, sala de reuniones y otras abiertas para impartir talleres abiertas a la comunidad. como así también atención médica primaria.
Desde el estudio se comenta que “Se trata de un proyecto pensado desde la accesibilidad, con ascensor, sin escalones, con puertas amplias, para que cualquier persona que use el edificio, sin importar su condición física o edad, pueda recorrerlo con autonomía”.
En cuanto a materiales, se realizará en Steel Frame, revestido con elementos similares al hormigón en el volumen superior, y texturado fino en el volumen inferior. La madera, para mobiliario y expansiones, y aberturas de PVC símil madera, para configuar un edificio sustentable y amigable con el medio ambiente.
Cuenta con un patio interno que permite el ingreso de luz natural a todos los ambientes, tanto en planta baja como en planta alta, y gracias al estudio de orientaciones y aventanamientos, no será necesaria la utilización de luz artificial durante el día. Además posee un pulmón verde con cascada exterior.
Dispone de espacios amplios para las diferentes actividades, y con expansiones y abundante vegetación para que sus usuarios tengan contacto con la naturaleza. Además, contará con sistema de climatizaciòn centralizado con captacion de energia solar.
Cabe destacar que Residentes sin Fronteras es una una organización sin fines de lucro independiente y no gubernamental que brinda asistencia social y jurídica para favorecer el mejoramiento y desarrollo de las condiciones de vida de los migrantes con independencia de su nacionalidad, ideología política, religiosa, étnica o de género.