En un mercado donde la renta tradicional pierde previsibilidad y los ciclos económicos erosionan el retorno real, cada vez más inversores buscan vehículos capaces de sostener ingresos aun en contextos adversos.
El desarrollo ubicado en Tigre, zona Nordelta, fue concebido exclusivamente para brindar atención a los adultos mayores, pero en el que, además, es posible invertir y obtener renta.
El edificio, a cargo de Lijtmaer Desarrollos y con diseño del estudio KLM Arquitectos, es el primero en su tipo en Argentina. “Es un negocio financiero de alta rentabilidad, vinculado a la gestión profesional de la salud y respaldado por un activo inmobiliario”, sostiene Martín Fabiani, director Comercial. “El interés sostenido de los inversores confirma que este es un segmento con demanda estructural y una oportunidad clara de renta dolarizada”.
Hoy Abrazia atrae principalmente a inversores particulares, divididos en dos grandes grupos: mayores de 55 años que buscan una renta estable en dólares y la posibilidad de uso futuro para ellos o un familiar e inversores de más de 40 años que priorizan diversificación de portafolio con activos defensivos, dolarizados y no expuestos a la volatilidad del real estate tradicional.
Es el primer edificio en el país que integra, en un mismo desarrollo, tres unidades de negocio complementarias: residencias de larga estadía, un centro de rehabilitación con internación de complejidad intermedia y servicios ambulatorios para adultos mayores.
El emprendimiento abarca más de 14.000 m² construidos, con 152 habitaciones, en el que es posible disponer hasta 180 camas. Sus características principales: luz natural en todos los espacios, circulación sin barreras arquitectónicas, áreas recreativas, amenities terapéuticos, salas de laborterapia y una terraza con circuito aeróbico.
“El modelo de negocio que proponemos combina operación médica especializada, infraestructura de primer nivel y una demanda que no depende del ciclo económico. Por eso la proyección de rentas es tan sólida”, explica Gustavo Lijtmaer, desarrollador del proyecto.
Hoy, el valor de la unidad es de US$ 285.000. La apertura al público está proyectada para el primer semestre de 2027 y la ocupación plena a los seis meses del inicio de la operación, con una rentabilidad proyectada del 12% al 14% anual en dólares. Se estima un período de recupero de 7 a 8 años, inferior al de un desarrollo inmobiliario tradicional.
A diferencia del alquiler residencial, el inversor no enfrenta vacancia, renegociaciones ni gastos de mantenimiento. La renta es 100% pasiva y la operación queda a cargo de un equipo profesional con más de dos décadas de experiencia en el sector.