Las tendencias residenciales en Latinoamérica
Las ciudades latinoamericanas siguen creciendo y las necesidades de sus habitantes cambian, En este 2023 el foco está en personalizar espacios en base a los hábitos y las preferencias. Cuando buscamos dónde mudarnos no nos enfocamos sólo en la vivienda, sino en las comodidades y lugares cercanos que ofrece la vecindad. Los proyectos de usos múltiples dan una facilidad invaluable: todo lo necesario en un solo lugar. Estas zonas interconectadas generan una comunidad vecinal única y se aseguran de cubrir cualquier necesidad cotidiana dentro del mismo barrio.
“La proximidad es un privilegio. Por eso, creemos en invertir en espacios que incluyan la vivienda, áreas de trabajo y de recreación, sin tener que desplazarse grandes distancias en auto. Para muchas personas, la comunidad es lo primero y los proyectos de uso mixto son la alternativa ideal para un entorno vivaz y en movimiento” indica Federico Gagliardo, CEO de VITRIUM Capital. Apodadas como “mini ciudades a 15 minutos”, estos diseños son la evolución de los edificios de uso mixto ya consolidados en toda Latinoamérica.
Otra tendencia que está creciendo son las construcciones sustentables. Cada vez es más común encontrar proyectos que buscan reducir el daño al medio ambiente: usar bloques de poliuretano, purificar el aire con jardines verticales e instalar paneles solares para energizar viviendas son algunos métodos frecuentes para marcar la diferencia. Pero este 2023 nos lleva un paso más allá: amenities que nos incentivan a vivir de manera sustentable.
Combinar la comodidad con hábitos de impacto positivo y contacto estrecho con la naturaleza es el siguiente objetivo de los edificios eco-friendly. Hablamos de sustentabilidad que no se estanque sólo en lo arquitectónico e incluya beneficios que faciliten un estilo de vida “verde” para sus habitantes.
También cabe destacar las estaciones de carga para autos eléctricos en cocheras y el uso de sistemas tecnológicos para que cada vivienda pueda racionar y disminuir los niveles de energía que se consumen, principalmente en agua, luz y calefacción.
Por último, y también de la mano de la tecnología, una de las grandes protagonistas de este año será “domótica”, es decir, la automatización de las viviendas para transformarlas en espacios inteligentes. Con sensores de Internet de las Cosas (o IoT, según sus siglas en inglés) y redes simples de conexión, las casas pueden cubrir nuestras necesidades con sólo un par de clicks. Desde el celular, se podrá controlar la iluminación, subir y cerrar persianas mecanizadas y regular la temperatura de los ambientes. Con sensores de movimiento se pueden configurar funciones que se activen al detectar gente en la habitación, como encender el aire acondicionado apenas cruzamos la puerta de entrada.
“El punto de estas tecnologías es adaptar las casas a sus dueños y sus hábitos,” explica Gagliardo . Más allá de las comodidades de una casa inteligente, estas tecnologías también son aliadas de la protección de la vivienda: pueden conectarse a cámaras CCTV para monitorear de forma remota, instalar alarmas de seguridad y controlar el acceso con sistemas avanzados de huellas digitales. En casos extremos, incluso pueden alertarnos de incendios o cortes en suministros de electricidad, agua y gas.
Los cambios de uso de nuestros espacios y avances tecnológicos remodelan la forma en que “vivimos” nuestras casas. En el 2023, la mejor apuesta para el mercado inmobiliario de la región es estar atento a oportunidades de interconexión y adaptabilidad que se ajusten a las preferencias de sus inquilinos y así brindarles propuestas llenas de vitalidad y comodidades para residir.
