Finalizó la obra de PRIMA Caballito
El proyecto, que surgió en 2017 cuando CasasARG y Allaria Fondos unieron fuerzas para canalizar fondos del mercado de capitales a la inversión inmobiliaria, es hoy un símbolo de estabilidad y crecimiento en medio de un contexto desafiante. El final de obra llega en un momento clave para el sector, demostrando que la combinación de un mercado de capitales robusto y el desarrollo urbano tiene un impacto tangible en el crecimiento económico.
El emprendimiento comprende siete edificios de baja altura rodeados de 5.000 metros cuadrados de espacios verdes y áreas comerciales, cuenta con unidades de 1 a 4 ambientes, cocheras subterráneas, acceso peatonal y vehicular con vigilancia permanente.
Además, el complejo integra más de 1.000 metros de locales comerciales con propuestas gastronómicas y tiendas de productos únicos, que lo convierte en un verdadero “barrio en miniatura”, donde cada espacio fue pensado para sumar valor a la vida cotidiana de los residentes.
La celebración del final de obra tuvo lugar el pasado jueves 31 de octubre en un evento donde clientes y vecinos disfrutaron de un sunset con DJ set y cocktails en el complejo, ubicado en Boyacá 942.
“Con una inversión superior a los 50 millones de dólares, PRIMA Caballito se convierte en un proyecto icónico, no solo por su diseño y escala, sino también por su financiamiento 100% a través del mercado de capitales, algo inusual en Argentina. Esta experiencia demuestra el valor que puede generar un mercado de capitales dinámico, contribuyendo al crecimiento de la economía real”, comentó Juan Politi, vicepresidente de Allaria Fondos.
Sebastián Sommer, fundador de CasasARG y Tayron Capital, destacó: ¨Fue un verdadero logro para nosotros, no solo por su escala, sino por haber superado momentos difíciles en la historia reciente del país, con vaivenes políticos, económicos, cambiarios y hasta una pandemia”.
PRIMA Caballito es el resultado de un gran esfuerzo de más de 500 personas que han colaborado en transformar lo que solía ser una fábrica abandonada por donde no había tránsito peatonal, en un espacio que ahora aporta vida, modernidad y valor al barrio de Caballito. “Estamos orgullosos de haber culminado esta obra y de ver cómo muchas familias ya están disfrutando de su nuevo hogar, lleno de comodidades”, puntualizó.
