Es el caso de la vivienda proyectada y construida bajo la dirección de la arquitecta Carolina Esnaola que se emplaza en un terreno de 375 m² en el barrio Quimilar, en City Bell, y tiene una superficie cubierta de 161 m² y semi-cubierta de 45 m² en la cual se prioriza el ingreso de luz natural la mayor cantidad de horas diarias y la conexión con el jardín del hogar que se fusiona con la planta baja, desdibujando límites y ampliando los espacios de uso social.
Con el propósito de lograr ambientes cálidos la arquitecto eligió dos materiales principales: el hormigón visto y la madera, optó por sumar aberturas de PVC, foliado en color símil madera. Además, en la elección de las carpinterías, no sólo se tuvo en cuenta la disposición y la optimización de los recursos sino también minimizar el mantenimiento y cuidado cotidiano.
En cuanto a su volumetría y lenguaje, la idea central fue la de proyectar un volumen macizo de hormigón visto que esté “flotando” sobre una planta baja más flexible, vidriada y liviana visualmente. La vivienda tiene una gran superficie vidriaeda que permite la conexión con el jardín. Las carpinterías con perfiles de PVC de Tecnoperfiles fueron elaboradas por Aukot, foliadas en símil madera con doble vidriado hermético (DVH), que brindan aislación térmica y acústica, seguridad, eficiencia y confort.
A su vez, debido a la orientación de la vivienda y sus amplios ventanales se aprovecha al máximo el ingreso de luz natural, logrando espacios luminosos, y bien ventilados. Con el correr del día, se obtiene un interesante juego de luces, de claroscuros y de sombras permitiendo generar disímiles atmósferas de acuerdo a cada ocasión.
Los materiales utilizados en esta vivienda fueron seleccionados para aportar calidez y a su vez minimizar el mantenimiento cotidiano. Para ello se optó por hormigón visto, revestimiento en madera buscando acentuar la conexión con el entorno natural y máxima resistencia frente al impacto del clima u otros agentes externos.