Distrito Zug, ubicado a 600 metros de la Panamericana Ramal Pilar, a la altura del kilómetro 46, es un ecosistema urbano que nació justo antes de la pandemia y fue creciendo y sumando nuevas propuestas a medida que la demanda iba creciendo en la zona, conformando hoy un eje urbano muy particular.
La desarrolladora es Caestta Equity, que hace algunos años ha participado como co-desarrollador del edificio Rondeau Park Office donde hoy están las oficinas de Accenture en Parque Patricios, Distrito Tecnológico de la Ciudad de Buenos Aires.
Según Ana Laura Callero, directora de inversiones de Caestta, el concepto de esta urbanización es “un barrio abierto a Pilar”, que no sólo contempla el aspecto inmobiliario sino que también plantea mejoras urbanísticas en las calles circundantes para mejorar y fomentar la peatonalización.
En ese sentido, el proyecto incluye la forestación del terreno con más de 130 árboles, la urbanización de 1.800 metros con calles, en las cuales ya se está trabajando, por ejemplo con la apertura de la calle Colinas, útil para descomprimir el tránsito en la zona. Se crearán sendas peatonales, bicisendas, mejoras en las calles laterales y se abrirá una calle pública peatonal y un retiro en el arroyo Burgueño.
Además, el Distrito se inserta en un área de Pilar que cuenta con un amplio abanico de servicios, centros comerciales, colegios y clubes que permite que sus habitantes puedan acceder a ellos a no más de 10 minutos de distancia a pie.
LOS PROYECTOS INMOBILIARIOS
El primer edificio que se empezó a construir, Zug Caamaño, ya está a pocos meses de finalizar la obra, y se entrega a partir de diciembre de este año. Está compuesto por 44 unidades de 1, 2 y 3 ambientes construidas sobre cuatro plantas, con cocheras subterráneas y cuenta con espacios verdes comunes, pileta y sitio de coworking.
El segundo desarrollo, Zug Verdi, está también en obra y su entrega está pautada para abril de 2023. Se trata de 36 unidades de 1 a 3 ambientes, con cocheras, SUM y piscina y sólo quedan cuatro unidades disponibles para la venta.
El reciente gran lanzamiento es Zug Central, el último proyecto que completará el Distrito y que se desarrolla a lo largo de 4 hectáreas que se extienden desde la calle Caamaño hasta el arroyo Burgueño. El proyecto contempla la construcción de 268 unidades edificadas entre casas, casas en altura, departamentos americanos y departamentos convencionales. La primera etapa constructiva incluye 14 casas y 30 departamentos
El emprendimiento contará con un gran parque central de 8.000 m2 para uso común, con 5 piletas, gimnasio, SUM y espacio de coworking. A su vez incluye 320 cocheras subterráneas, 100 semicubiertas en planta baja y 120 de cortesía.
El proyecto de inversión está estructurado bajo un fideicomiso de construcción al costo con financiación hasta en 60 cuotas, siendo una buena opción para canalizar flujos de pesos y es apto para blanqueo de capitales. Se puede ingresar a través de la compra de una unidad completa o con un ticket minoritario, correspondiente a metros cuadrados.
“Desde Caestta entendemos que la construcción como negocio resulta aún más interesante para inversores y usuarios finales cuando el dólar aumenta su valor, cuando se dan escenarios de devaluación real. Los costos de la construcción están dolarizados en una buena medida, pero otros costos como la mano de obra son en pesos, que no llegan a ajustarse al valor del blue, por lo que en definitiva el precio de construcción resulta más bajo en escenarios como los actuales y se atrasa respecto del dólar; por ese motivo creemos que este tipo de producto es una buena oportunidad para dolarizarse y diversificar portafolio de manera conservadora, en un país donde el ladrillo siempre configuró resguardo de valor”, afirma Juan Ignacio Pérez Aguilera, gerente de Negocios Caestta Equity.