Frente al Parque de Mayo, ocupa una extensión que supera los 25.000 m2, cuantiosamente arbolada, con 6.880m2 de superficie cubierta; debe su nombre a un ingeniero en petróleo, Juan Victoria, asesor de la comisión de arquitectos encargados de la planificación de la ciudad tras el terremoto demoledor que sufrió, y que logró que el presidente Arturo Frondizi le otorgara financiación a su iniciativa. El ingeniero Federico Malvárez, y los arquitectos Carmen Renard y Mario Pra Baldi, tuvieron a su cargo el proyecto.
Se inaugura en 1970, y aloja a la Escuela Superior de Música, 18 aulas tratadas acústicamente en paredes, techos y pisos, que permiten ejecutar música simultáneamente en ambientes contiguos sin interferencia; la sala de conciertos Auditorio Juan Victoria de 976 butacas, tiene un gran órgano de 3565 tubos, adquirido en Alemania, y toda la sala, -desde los terciopelos de los cortinados y el piso, y las paredes de sándalo que lo revisten- posee elementos dirigidos a lograr una acústica perfecta. El subsuelo del ala sur es el espacio de ensayo permanente de la Orquesta Juvenil de la Universidad Nacional de San Juan, como así también de diversos coros y grupos de música de cámara. A lo largo de la sala de conciertos, se extienden dos foyers que se utilizan como salas de exhibición artística o como ámbito de conferencias.
Complementa el complejo un teatro al aire libre, ubicado en la zona de jardines, con una capacidad para 850 personas, con alineados asientos de algarrobo, y estacionamiento para 120 vehículos. Erigido en hormigón y con senderos de laja, el escenario se enmarca en muros revestidos en mármol travertino. Todo el conjunto, una obra singular que merece ser difundida.