Carmelo, una ciudad históricamente turística, está sufriendo una transformación a destino permanente. “Para los desarrolladores argentinos es rentable invertir en Uruguay, en general. Pero más allá del punto de vista económico y financiero, es un país elegido por su estabilidad política y económica, en una región donde no es tan fácil encontrar esas características”, explica Walter De Francesco, bróker de Century 21 Wave.
Así como Punta del Este tiene su José Ignacio, Colonia tiene su Carmelo. “Es un lugar ideal para invertir por su conexión rápida con Buenos Aires, por tierra o río; por su ruta del vino; por las actividades deportivas (ecuestres, polo, golf y deportes náuticos); y más ahora que, luego de la pandemia, fue redescubierto como destino de vivienda permanente”, agrega.
Según De Francesco, los productos que más se venden son lotes y chacras, ya sea para compradores dispuestos a construir o como resguardo de valor. También se venden campos, debido al contexto regional y global que posicionó a este producto como una excelente inversión.
CARMELO SOLAR
Uno de los nuevos proyectos es Carmelo Solar, un desarrollo de Global Investments, que se encuentra a 5 kilómetros del centro de Carmelo y a tres horas de Tigre vía río. Es un desarrollo urbanístico con lotes de más de 2.000 m², a los que se puede acceder a partir de US$ 50.000 y con opciones de financiación.
La propuesta urbanística plantea amplios predios conectados a través de un trazado vial curvilíneo y arbolado, con sendas para caminatas y bicicletas que remata en un espacio común, donde se localiza el club House con piscina, juegos para niños, un amplio estanque y el vivero donde se cultivan plantas y florales. Además incluye un complejo de hotel, bungalows, almacén de campo y restaurante proyectado con una zona peatonal, una fuente lineal, profusa vegetación y el uso de materiales autóctonos (pavimentos artesanales, piedra, etc.), considerando la sustentabilidad en todos los aspectos como parte de la filosofía del proyecto.
Por otro lado se busca construir con materiales aislantes; promover la implantación inteligente (localizar las construcciones para un correcto asoleamiento y ventilación cruzada); promover el empleo de energías renovables (paneles solares y energía eólica); y la recolección de agua de lluvia en tajamares y depósitos que servirán para el riego de jardines, árboles, quintas, fuentes y piscinas.
“Proponemos volver a habitar la tierra desde su respeto, ocupando el lugar que nos corresponde, en armonía con lo que nos ofrece la naturaleza y en gratitud con el tiempo que nos toca atravesar”, resume Hernán Nucifora, CEO de Global Investments.