Arquitectura monumental, orgullo de Almagro

Dos circunstancias históricas que hacen oportuno destacar la deslumbrante arquitectura de la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos, en Buenos Aires, en el barrio de Almagro.
Arquitectura monumental, orgullo de Almagro

En ese templo, construido entre 1900 y 1910, fue bautizado en la Navidad de 1936, el niño Jorge Mario Bergoglio, el sacerdote argentino convertido en Papa que acaba de fallecer. Y fue el antecesor del actual, León XIII- Gioacchino Pecci- quién tuvo intervención personal en la obra, en reconocimiento a la importante tarea educativa salesiana realizada en el barrio.

El 24 de junio se colocó la piedra fundamental, con una gran fiesta, en la que el presidente Julio Argentino Roca y Teodolina Fernández de Alvear, mecenas del colegio contiguo, oficiaron de padrinos.

Arquitectura monumental, orgullo de Almagro

El arquitecto Ernesto Vespignani, sacerdote salesiano que había estudiado en las academias de Módena y Turín, se trasladó a Buenos Aires para encargarse de la dirección de las obras del proyecto que se había elaborado en Italia. De allí el estilo románico lombardo que combinó en una versión ecléctica, junto con bizantino, y también barroco en la profusión de ornamentos colores y dorados. Muchos de ellos provenientes del taller artesanal en estrecha relación con la Escuela de Artes y Oficios que la congregación tenía en la misma manzana, en el barrio de Almagro. En ella se desempeñaba como profesor Vespignani, quien también diseñaba hasta los altares del interior. Así, los alumnos de sus talleres aportaron los trabajos decorativos, esculturas, rejas, bancos, confesionarios, ventanas y puertas. Algunos elementos se importaron, como las arañas de cristal de Murano o los mosaicos alemanes del piso.

En la basílica, de carácter monumental, el arquitecto promueve una asociación simbólica de la Iglesia en tres niveles: la cripta con 16 altares, el templo medio y el superior, al que se accede por dos escalinatas a ambos lados del altar. La imagen de María Auxiliadora, bendecida por el propio Don Bosco en 1886, fue traída desde París en 1904 y entronizada en la cúpula, a cinco metros de altura. Las impresionantes columnas, con franjas en beige y rojo ladrillo, operan como divisoria entre las naves. Rosetones y coloridos vitrales en las ventanas, completan el conjunto, en el que también merece destacarse un órgano, del fabricante italiano Carlo Vegezzi Bossi, reconocido como proveedor especializado en la época.

Arquitectura monumental, orgullo de Almagro

Finalmente, la basílica fue inaugurada en 24 de mayo de 1910, en coincidencia con la fiesta de María Auxiliadora, y considerada sitio de interés histórico y cultural en 2006 por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Está en Hipólito Yrigoyen 3999.