El sistema Drywall está compuesto por perfiles metálicos unidos por tornillos, que luego son revestidos por placas de yeso, se destaca por su peso reducido, la rapidez en su instalación, resistencia al fuego, capacidad de aislamiento térmico, acústico y resistencia sísmica.
Si bien en la Argentina todavía predomina el sistema de construcción tradicional a la hora de montar estructuras completas como viviendas o edificios, el sistema ha logrado posicionarse como una alternativa eficiente y versátil para realizar ampliaciones, dividir ambientes o montar estructuras internas en viviendas u oficinas.
Una de sus principales ventajas, es que gracias a la utilización de lana de vidrio, cuenta con gran capacidad de aislamiento, ya sea térmico o acústico. Por otra parte, es un material no combustible ya que las placas de yeso están formadas por un 20% de agua cristalizada, presentando así gran resistencia al fuego; en caso de incendio, las placas no se inflaman e impiden la propagación de las llamas. Además, es resistente a los cambios de temperatura, por lo que las paredes no se expanden ni se contraen.
A la hora del montaje, es de fácil instalación, no requiere herramientas sofisticadas, generando también menor cantidad de desecho, ya que casi el 80% del material puede recuperarse y emplearse nuevamente, y su estructura de acero es 100% reciclable. Requiere menor tiempo para su ejecución, por lo que es una gran alternativa a la hora de remodelaciones.
Los perfiles, livianos y con moleteado en sus alas para un mejor atornillado, están pensados para la realización de cielorrasos, tabiques y revestimientos. Permiten lograr una muy buena telescopicidad haciendo que los tornillos se fijen al perfil evitando que se deslicen en el acero y asegurando la perforación.