De alguna manera, son trucos para dar confort a quienes habiten o transiten por esos espacios. Y los especialistas del Grupo Akzo Nobel, informaron sobre cómo generar un amplio abanico de posibilidades. La clave está en descubrir primero qué esperamos de esos ambientes, y entonces elegir la respuesta. Actualmente, entre los más usados están:
• Ombré: no es más que un degradé, pero combinado con tonos calmos puede ser perfecto para ir sumergiéndose lentamente en un ambiente de calma y relajación.
• Geometría: franjas, círculos, líneas diagonales. La presencia de elementos geométricos puede ser buena para darle a la vista estímulos para recuperar la concentración. Además, estos elementos pueden ser utilizados para indicar el movimiento dentro de la vivienda, indicando el recorrido y logrando así que los ambientes dialoguen entre sí.
• Enmarcado: puertas, ventanas, zonas de estantes, espacios para cuadros o incluso para la tele, todos ellos pueden ser destacados con trucos combinando dos tonos de pintura, marcando así un foco, ya sea para concentrar la mirada o para resaltar un rincón decorativo dentro del hogar.
• Complementarios: Para darle mayor movimiento y liviandad hoy la tendencia es utilizar dos tonos, ya sea el mismo color con diferentes matices o tonos complementarios. Incluso, este juego puede darse entre ambientes interconectados o entre los muros y los muebles. Integrar el techo: ya sea con el tradicional blanco o apostando a un color diferente (complementario de las paredes) los techos hoy se integran con los muros, buscando que el corte visual no se dé en la junta, sino un poco más abajo, para evitar así los ángulos rectos. De este modo, el ambiente se vuelve más liviano, pues la energía se desplaza de una manera más fluida, aportando el confort buscado.