Temas clave que reconfigurarán el futuro del trabajo

Según una encuesta de Bain & Company, el 58% de los trabajadores de entre las 10 economías más grandes considera que la pandemia obligó a replantear el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Lo primero a analizar son las motivaciones de los trabajadores, sus creencias, la situación de los jóvenes, entre otros parámetros.
Temas clave que reconfigurarán el futuro del trabajo

El informe “The Working future”” se basa en una encuesta a 20.000 trabajadores, realizada por Bain & Company y Dynata, así como en más de 100 entrevistas en profundidad. La investigación se centró en 10 países -Estados Unidos, China, Alemania, Francia, Italia, Japón, India, Indonesia, Nigeria y Brasil- que representan alrededor del 65% del PIB mundial y ofrecen una amplia perspectiva de diferentes culturas en todo el mundo.

“Gran parte del pensamiento predominante sobre la relación entre los trabajadores y las empresas se forjó en un mundo muy diferente al actual, en el que las opciones eran más limitadas y las relaciones más transaccionales”, dijo Alejandro Pérez de Rosso, socio de Bain & Company en Argentina. “El entorno actual requiere un replanteamiento radical tanto de la estructura como de la finalidad del trabajo, pero para ello hay que entender primero las motivaciones cambiantes de los trabajadores individuales”.

La investigación identifica cinco temas clave que están reconfigurando el trabajo:

1. Las motivaciones para trabajar están cambiando. Las mejoras en el nivel de vida de los últimos 150 años nos permiten pasar menos tiempo trabajando y aumentan las expectativas sobre lo que debe proporcionar un trabajo. Aunque la remuneración sigue siendo una de las principales prioridades para la mayoría de los trabajadores, ahora sólo uno de cada cinco la considera el factor principal, con un trabajo interesante, seguridad laboral y flexibilidad también entre las prioridades más importantes.

Esta nueva investigación muestra que, a medida que las organizaciones comunitarias y la práctica religiosa han perdido importancia, las nuevas generaciones de trabajadores pueden recurrir a sus carreras para que les proporcionen una conexión social y un sentido de propósito superior. Lejos de la clase ociosa de épocas pasadas, los niveles superiores de la sociedad actual son los que más horas trabajan, ya que la actividad se considera un signo de estatus. Los que se encuentran en la parte inferior de la jerarquía de ingresos son ahora los que trabajan menos horas, ya que a menudo no pueden conseguir el empleo estable a tiempo completo que desean.

2. Las creencias sobre lo que constituye un “buen trabajo” son divergentes. A medida que las actitudes hacia el trabajo se fragmentan, el trabajador medio ya no es una aproximación útil. Bain ha identificado seis arquetipos de trabajadores, cada uno de ellos con un conjunto diferente de prioridades: operadores, dadores, artesanos, exploradores, luchadores y pioneros. Por ejemplo, el 25% de los ejecutivos estadounidenses son “pioneros” -trabajadores tolerantes al riesgo que tienen la misión de cambiar el mundo y harán grandes sacrificios personales en consecuencia- en comparación con sólo el 9% de la población activa del país. Esta investigación muestra la necesidad de que los líderes empresariales reconozcan que su perspectiva personal de lo que es un buen trabajo no será necesariamente compartida por todos en su organización, especialmente los que están en primera línea.

3. La automatización está ayudando a rehumanizar el trabajo. Las ventajas claramente humanas -la capacidad de resolver problemas, la conexión interpersonal y la creatividad- están cobrando importancia a medida que la automatización elimina el trabajo rutinario. Bain espera ver un cambio en la combinación de ocupaciones en las economías desarrolladas que favorecerá las habilidades exclusivamente humanas en la mano de obra del futuro. Esto requerirá una importante reconversión de la mano de obra.

4. El cambio tecnológico está difuminando los límites de la empresa. La pandemia ha cambiado profundamente la forma en que los trabajadores interactúan con sus empresas. Juntos, el aumento del trabajo desde casa y la economía de los gigas han aflojado los límites de la empresa, haciendo que las ideas de un lugar de trabajo y un trabajador sean más fluidas. Si bien estos cambios reducen los costes para las empresas, ofrecen una situación mixta para los trabajadores. Los niveles de satisfacción laboral de los trabajadores contratados son notablemente inferiores a los de los empleados fijos. En EE.UU., muchos trabajadores administrativos y del conocimiento están dispuestos a seguir trabajando desde casa cinco días a la semana (36%). Sin embargo, el número de personas que afirman querer volver a la oficina a tiempo completo ha aumentado de forma constante: del 16% en enero de 2021 al 22% en agosto de 2021.

La encuesta muestra que el 47% de los trabajadores de todo el mundo considera a muchos de sus compañeros como amigos. Este nivel de conexión y confianza es un ingrediente fundamental para el funcionamiento eficaz de empresas complejas. La gran pregunta es si las empresas pueden mantener la conexión y la confianza sin la conexión física que proporcionan las oficinas.

5. Las generaciones más jóvenes están cada vez más abrumadas. Los jóvenes, especialmente en las economías avanzadas, están sometidos a una creciente tensión psicológica que se traslada a su vida laboral. En los mercados occidentales, el 61% de los encuestados menores de 35 años citaron los problemas financieros, la seguridad en el empleo o no alcanzar sus objetivos profesionales como principales preocupaciones para la próxima década. Sólo el 40% de los mayores de 35 años citó las mismas preocupaciones. Además, las probabilidades de lograr una movilidad ascendente -ganar más que los padres- son ahora las más bajas que se han dado en EE.UU. para cualquier generación desde la Segunda Guerra Mundial, ya que se espera que menos de la mitad de los trabajadores milenarios ganen más que sus padres.

UN CAMINO A SEGUIR PARA LOS LÍDERES EMPRESARIALES

Teniendo en cuenta estas tendencias, Bain & Company identifica tres acciones para los líderes empresariales.

En primer lugar, las empresas exitosas pasarán de ser tomadoras de talento a creadoras de talento. Esto requiere aumentar las inversiones en aprendizaje, pensar de forma lateral en las trayectorias profesionales y cultivar una mentalidad de crecimiento en su organización. Mientras que las empresas tradicionales luchan cada vez más contra la escasez de competencias, sus rivales insurgentes están encontrando formas creativas de aprovechar el potencial oculto de sus empleados.

En segundo lugar, los líderes dejarán de gestionar a los trabajadores como si fueran máquinas, y en su lugar les ayudarán a desarrollar su capacidad personal y a crear una carrera que se ajuste a su idea individual de una vida significativa. Como parte de esto, los líderes reorganizarán los flujos de trabajo para ayudar a los individuos a utilizar mejor sus ventajas humanas únicas.

Por último, estas empresas construirán una organización que ofrezca un sentido de pertenencia y oportunidad a sus numerosos y singulares trabajadores, al tiempo que permanecen unidos a través de una visión compartida y unos valores comunes.

“La creciente competencia por el talento ha puesto el futuro del trabajo en el punto de mira de los líderes empresariales”, dijo Alejandro Pérez de Rosso. “Ahora es el momento de centrarse en el lado humano del trabajo, lo que permitirá a las empresas líderes atraer, desarrollar y retener la mano de obra que es fundamental para su éxito futuro”.