Un camino para la obra pública

Martín Redrado, economista y director de la Fundación Capital, afirmó que el Gobierno debería acelerar el llamado a licitación para la realización de muchas obras de infraestructura porque “son clave para el crecimiento y el desarrollo económico”.
Un camino para la obra pública

Durante su alocución en la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción reconoció que las licitaciones de obras públicas tuvieron un manto de sospecha de corrupción en los últimos años y dijo que esa circunstancia “se puede resolver desarrollando un proceso de auditorías junto a los organismos multilaterales de crédito”.

“La financiación puede llegar desde el Banco Interamericano de Desarrollo o del Banco Mundial, con auditorías de esos mismos organismos sobre la base de certificaciones de obra”, indicó.

“También se podría explorar el camino en el cual las empresas privadas construyen una obra necesaria, la operan obteniendo una renta y una vez finalizada la concesión, la entregan al Estado”, remarcó.

El economista aseveró que hay muchas empresas en el mundo que están dispuestas a explorar ese modelo, sobre todo en materia de rutas y obras de infraestructura digital, un sector que, dijo, “está muy postergado en materia de inversiones”. Pero sostuvo que para recorrer el camino vinculado con las inversiones del sector privado, es necesario “extender los plazos de las concesiones”.

“Un caso testigo puede ser lo que sucede con los ferrocarriles, que en su mayoría fueron privatizados durante la década del 90 y cuyas concesiones fueron prolongadas por un año y medio, un plazo que no permite planificar inversiones”, advirtió.

En ese sentido, el director de la Fundación Capital puntualizó que “las concesiones deberían ser por plazos de 10 o 20 años, pero exigiendo que en ese lapso se realicen las inversiones necesarias para un funcionamiento eficiente”.

El director de la Fundación Capital recordó que en la actualidad “el paradigma para las inversiones está basado en las transacciones y no en reglas marcadas por organismos internacionales como la Organización Mundial de Comercio”.

“Hay un nuevo paradigma internacional que marca un nuevo contexto global caracterizado por la competencia entre China y Estados Unidos, por la influencia en el contexto global, y hay que estar a la expectativa sobre las oportunidades de financiamiento de infraestructura que se abren en todo el mundo a raíz de esta disputa”, explicó Redrado.

“Hay que lograr acuerdos que generen valor agregado a los bienes y recursos que tiene Argentina”, resaltó el economista.

Con relación a las dificultades, mencionó al bimonetarismo”, al que definió como “un problema que hay que resolver, no solo restringiendo la circulación de pesos, sino también generando el ingreso de dólares”.

Otra debilidad de Argentina frente a este proceso, explicó, es “el sistema cambiario, que debería ser totalmente libre y regido por la oferta y la demanda, tanto para las personas físicas como para las empresas”.