Paradigmas actuales del mercado laboral

El mundo laboral está atravesando una metamorfosis profunda que no sólo redefine cómo trabajamos, sino también la salud psico emocional. La opinión de la especialista Analía Tarasiewicz.
Paradigmas actuales del mercado laboral

La búsqueda de propósito, la flexibilidad y la tecnología se han convertido en fuerzas predominantes que desafían las reglas tradicionales y, con ellas, nuestra percepción de estabilidad psicológica, física y emocional.

En este escenario de cambio, las certezas se desmoronan, dando paso a un entorno laboral fluido que ofrece nuevas oportunidades, pero también plantea desafíos. El trabajo ya no es solo un medio para ganarse la vida; es un espacio de expresión personal, un vehículo para construir propósito y un terreno en el que nuestras habilidades y emociones se ponen constantemente a prueba. Sin embargo, la rapidez de esta transformación puede ser abrumadora, dejando a muchos en un estado de incertidumbre y estrés.

La flexibilidad laboral es quizás la bandera más visible de esta nueva era, un pilar para mejorar la salud mental, con modelos como el trabajo híbrido, semanas laborales comprimidas y horarios personalizados que permiten a las personas equilibrar mejor su vida personal y profesional. Este tipo de medida reduce el estrés, aumenta la satisfacción y la motivación en el trabajo sobre todo para las nuevas generaciones con mayor tendencia a tomar días libres por esta causa en comparación con la Generación X.

Aunque este cambio, que parece tan positivo, trae consigo una carga invisible: la dilución de los límites entre el trabajo y la vida personal, por lo que tanto las organizaciones como las personas deben trabajar estratégicamente para no caer en Burn out.

Según el informe Talent Trends desarrollado por la consultora Michael Page, el 87% de los candidatos valora el equilibrio entre vida personal y trabajo, y el 72% prefiere un acuerdo de trabajo híbrido o flexible, pero solo el 30% de los empleadores lo considera relevante.

Un fenómeno interesante que ha surgido en este contexto es el “híbrido en secreto”, una práctica donde los gerentes permiten discretamente que sus equipos trabajen de manera remota, aunque oficialmente la empresa haya establecido políticas de retorno presencial. Este acuerdo implícito responde a las tensiones entre las preferencias de las personas y las expectativas corporativas. Aunque esta solución de compromiso puede beneficiar a corto plazo la satisfacción y fidelización de las personas, también refleja una desconexión entre las políticas institucionales y la realidad laboral.

Una nueva tendencia conocida como “Marcar tarjeta para un café” está ganando terreno. Las personas visitan la oficina solo lo necesario para tomar un café y registrarse, antes de trasladarse a trabajar desde otro lugar más cómodo o productivo. Este fenómeno refleja el debilitamiento del vínculo emocional con la oficina como un espacio central de trabajo. Para los empleadores, esta práctica plantea un gran reto: ¿cómo transformar la oficina en un lugar donde las personas deseen permanecer y colaborar? Aunque algunas organizaciones apuestan por rediseñar espacios con áreas de bienestar y creatividad, el verdadero desafío está en generar una conexión significativa entre los trabajadores y su entorno laboral.

De cara a 2025, el gran reto será formar perfiles hiperespecializados y la flexibilidad es vital para su fidelización, dotados de habilidades altamente específicas que puedan satisfacer una demanda global en constante crecimiento. En este contexto, surge una nueva tendencia en el ámbito tecnológico, los llamados “Cuello Nuevo” o Trabajadores sin camisa, quienes son considerados superestrellas del talento. Estos profesionales destacan por su capacidad práctica, acceden a puestos de alto nivel y demuestran que el talento y las habilidades superan a la formación académica tradicional.