El coworking llegó para convertir el negocio de alquiler de oficinas en una versión apta para freelancers, emprendedores y start ups. Sufrió fuerte el freno a la presencialidad, pero mantiene la tendencia que apunta a que el espacio sea un ecosistema saludable, para que trabajar, socializar y divertirse fluya de manera orgánica y proactiva.
El modelo de negocio, surgido en los Estados Unidos hace más de una década, acusa variantes locales que se multiplican, ofreciendo puestos flexibles -una mesa, una silla y el usuario con su laptop-, puestos fijos -espacio privado en un espacio compartido- y otros a medida con equipamiento audiovisual, zonas comunes (cocina, salas de reunión, terraza). Aptos para talleres, charlas, eventos, desayunos etc., en algunos casos afinan la oferta incluyendo domicilio social, fiscal y administrativo, servicios de escribanía, estacionamiento y otras alternativas que multiplican la competencia tanto como los espacios.
La Maquinita Coworking extiende su oferta por Palermo Soho, Palermo Hollywood, Villa Crespo, La Lucila, Vicente López, Rosario y Nueva Córdoba; en tanto Core Works, abierto las 24 horas como Team Works Coworking, se concentra en proveer a la zona de Tribunales. Joy Cowork en Chacarita, Gowork en Once, Manawa Coworking, Area Tres, Urban Station,Usina Coworking en Palermo, o TeamWorks Coworking en el Distrito tecnológico de Parque Patricios, suman y siguen derramándose por el mapa como un signo de los tiempos pos pandemia.
Ajustados a la regla, los usuarios califican según cómo le fue en esta feria: les encanta la deco, celebran la velocidad de conexión o denuncian las caídas del sistema, unos encuentran su lugar de trabajo ideal, otros diversión y “onda”; alguno pide que haya más baños… la mayoría de los lugares trabajan en los habituales horarios de oficina; pero los que están abiertos las 24 horas se justifican con un bien definido segmento de usuarios.