Los nuevos paradigmas en la construcción

Como nunca la construcción se ve desafiada a un cambio de ciclo. Un grupo de líderes expuso sus criterios durante el primer día de Expo Construir 2024, que por dos jornadas abarcó multiplicidad de temas en un Congreso. Productividad y anticipo de tendencias.
Los nuevos paradigmas en la construcción

En el panel dedicado a los líderes, y en el cual el moderador, Damián Tabakman, dejó sentada la idea de un cambio de ciclo, instó a una toma de posición frente a los novedades. Los convocados fueron Carlos Spina, presidente de la AEV, y director y socio de Argencons; Issel Kiperszmid ceo de Dypsa; Santiago Tarasido, ceo de CRIBA; Iván Ginevra, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina y Ceo de GNV Group y Daniel Mintzer, director de GYD Developers.

“Probablemente estemos en un cambio de ciclo” concedió Carlos Spina, quien argumentó que era el momento de ser prudentes y trabajar en conjunto, compartiendo información, y viendo a qué velocidad se toman las decisiones. La moneda está en el aire y sin ser livianamente optimistas se puede creer que se está confluyendo hacia un equilibrio. Al evaluar cuáles serían las fuerzas que convaliden las esperanzas para que eso ocurra, citó el aliciente de los créditos hipotecarios que se anunciaron, y un blanqueo sobre que se puede utilizar el fracaso de otros anteriores como aprendizaje, para crear las herramientas desde el sector para que se puedan canalizar hacia la construcción y el mercado inmobiliario. “La credibilidad es la suma de todos nosotros. Hay que digerir que estamos por debajo del precio de reposición en la mayoría de los casos”, sostuvo.

Issel Kiperszmid, quien coincidió en que lo que está aconteciendo es un cambio de era y de paradigmas en el sector, apreció algunos indicadores, como la aparición del crédito hipotecario para viviendas terminadas como positivo, (si bien aclaró “somos fabricantes y no distribuidores”) y concedió que si dan las condiciones para que se consolide en el tiempo, se podrá aspirar, administrando los recursos, a llegar a ser un país normal, con una inflación controlada y una moneda estable.

Iván Ginevra, aunque no dejó de reconocer la situación de recesión y parate, opinó que para el mercado inmobiliario “tal vez vamos a tener un año excepcional”. Entre las razones de su optimismo, consideró que los créditos van a generar una demanda en la actividad, lo que sumado a la decisión de libertad sobre de la ley de alquileres que normaliza un sector muy castigado en los últimos tiempos, ayuda que se impulse al sector, y con él su influencia en la economía. “Mucho ahorro no declarado en la Argentina puede volcarse a inversiones en el sector”, concluyó.

Por su parte Santiago Tarasido, apuntó hacia la necesidad de que los constructores puedan ver el largo plazo, para que les sea factible asimilar las tendencias, desarrollar el potencial e invertir en tecnología y equipos, con el enorme potencial que tiene el país. “Hoy claramente hay caída de la actividad y el empleo en la obra pública, y hay que ver qué pasa para adelante. Pero es estimulante ver cómo se plantean otros temas como la productividad y la sostenibilidad, que antes no figuraban en la preocupación general” Hizo una encuesta breve sobre quién podía responder cuánto vale el m2 de hormigón o una tonelada de hierro, los dos insumos más importantes de la actividad, con casi nula respuesta del público. “Este es el cambio de paradigmas, cómo logramos pensar sobre productividad, la sostenibilidad, Y que lo tengan en cuenta los convenios de trabajo”, enfatizó.

Son temas sobre los que no podemos estar ajenos, en un país como la Argentina, donde el déficit de la vivienda se arrastra sin solución. En este punto, Tabakman introdujo la información de que muchas empresas de la Cámara de Desarrolladores, están analizando la temática de las posibilidades que ofrecen las casas chinas, cuestión que debería preocupar al mercado laboral.

Los nuevos paradigmas en la construcción

Finalmente Daniel Mintzer, aplaudido en su condición de nuevo rabino además de desarrollador, propuso dar respuesta a tres interrogantes: ¿Es buen momento para comprar, para vender y para desarrollar? Sobre la primera, bromeó, “Siempre hay que decir que la propiedad va a subir, pero como rabino no puedo mentir. Aparte, el costo está subiendo, estamos vendiendo en dólares casi por debajo de la reposición y aguantando los precios, pero hay una ventana donde todavía se puede comprar barato, que no se sabe cuánto puede durar”. Respecto a vender, “si, si vas a comprar o necesitas el dinero para algo, incluso reventarlos en un viaje, pero no para quedarte con los dólares”. La respuesta tercera es mixta, sostuvo y depende de lo que vaya a pasar. Si los costos siguen subiendo, pero la inflación se equipara con el precio del dólar, se puede seguir trabajando. Que se haga bien el blanqueo, y se logre seguridad y estabilidad, son condiciones con las cuales los precios pueden mejorar.

Finalmente dio la opinión más contundente: “nos encanta desarrollar, es una actividad noble que nos inspira, sigamos tratando de encontrar la vuelta para construir”.

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