El salto del Blue impactó de lleno en la construcción

“Claramente el aumento del dólar estadounidense, en cualquiera de los tipos de cambio disponible, ha impactado de lleno en el sector de la construcción. Es prematuro “medir ” tal impacto en tan breve tiempo, pero todo los actores han manifestado, de una manera u otra y atendiendo a la manera en que operan en el mercado, en primer lugar su profunda preocupación por el fenómeno que, en realidad, no es tal visto su propensión a reiterarse cíclicamente; y en segundo término su obvia precaución en el desarrollo inmediato de sus negocios”, puntualizó el doctor Ricardo Andino, presidente de CAVERA (Cámara de la Vivienda y Equipamiento Urbano de la República Argentina)

SUBAS DE PRECIOS

A la hora de analizar las consecuencias, Andino remarcó que en aquellos negocios principalmente de retail o de mostrador, se están comenzando a verificar dos circunstancias: Primero, cierto aumento de precios de productos, sobre todo aquellos que el comerciante presume que, por ser o contener elementos importados, habrán de aumentar por el alza de la divisa norteamericana. Y segundo, cierta reticencia o directamente una quita de oferta de productos que los mayoristas o productores podrían aumentar de precios y que, por ello, le complicaría la reposición, pues los nuevos precios podrían no ser cubiertos con las ganancias de los que actualmente tienen en stock. En muchos casos ambas circunstancias se verifican simultáneamente.

UNA SITUACIÓN DE EXPECTATIVA

Por otra parte, Andino señaló que los fabricantes de insumos socias de CAVERA han adelantado, en primer lugar su prudencia, explicando que si la situación cambiaria se consolida y en consecuencia el valor de referencia (que en muchos casos es directamente el dólar y en otros lo es indirectamente) sube, los bienes asociados al mismo no podrán sino subir también. La situación es de evidente expectativa: el desarrollo de la macroeconomía les marcará el rumbo de sus negocios.

Los desarrolladores tienen claro que el mercado inmobiliario, dicho muy simplificadamente, consiste en cambiar un bien durable por una moneda estable. Ese bien durable en este mercado es, principalmente, la vivienda y ésta, a su vez, además de ser muchas veces un refugio de valor, es el bien más valioso que una familia pueda poseer, pero por otra parte, su tenencia consagra no sólo un derecho reconocido constitucionalmente, sino la satisfacción de una necesidad básica humana.

“Por eso desde CAVERA vemos con profunda preocupación esta nueva crisis que aleja a cada más habitantes del país de la posibilidad de satisfacer tan básica necesidad y tan elemental derecho, pues, claramente, los desarrolladores “ralentizan” sus decisiones y si, como muchos temen, el dólar se estabiliza en valores más altos que los actuales, ello conllevará la consiguiente pérdida del valor adquisitivo del peso, con lo cual la posibilidad de compra de las nuevas unidades en construcción o a construir se verá entonces más lejana aún”, resaltó el directivo.

ATRASOS EN LAS OBRAS

Por su parte, Darío López, presidente de la Sociedad Central de Arquitectos y presidente del estudio Arquitectónika, fue constundente: “Ante la inestabilidad, producto de la suba del dólar paralelo, se produjo una especulación que se vio evidenciada en la no venta y aumento de los insumos. Esto está generando un atraso en las obras, sobre todo en los insumos que tienen componente importado.

Los desarrolladores están comprando solo lo necesario para no parar las obras y esperando que se estabilicen los precios para no pagar de más los insumos. Esperemos que esto se resuelva pronto porque el ritmo y la cantidad de lo construido es importante y con meses de continuidad.

Además, fuentes del sector indicaron que los corralones no están presupuestando, desaparecieron los descuentos y los productos que se ofrecen cotizan a valor del dólar del día.

FALTANTE DE MATERIALES

A su vez, el arquitecto Carlos Savransky, director de Gaudium Desarrollos Inmobiliarios, coincidió en que hay muchos materiales faltantes, y no hay fechas de entrega. Por ejemplo en vidrios para aberturas, seis meses de demora en entrega de gabinetes para medidores de luz, y también en algunas griferías, por nombrar solo algunos.

“Los aumentos son difíciles de medir, pero el mayor problema es si van a entregar o no los productos”, recalcó. En ese contexto, explicó que los desarrolladores y constructores están tratando de terminar o avanzar con las obras en proceso, con mucha dificultad para definir cronogramas de obra y fechas de entrega, y son muy cautelosos con los nuevos desarrollos por la dificultad de definir precios y costos