No es un tema simple si se piensa que la industria es uno de los motores de empleo y crecimiento económico, pero no se entiende por qué la ley de alquileres cada vez que la tocan la empeoran, dañando a quienes pretenden defender y complicando las cosas.
Además, con inflación y falta de moneda, el crédito desaparece por completo y eso hace también inviable el acceso a vivienda a grandes sectores de la población y, por último, la estructura fiscal empuja a la informalidad en el desarrollo y en las ventas dañando todo el sistema.
En el mercado corporativo lo que se necesita es ajustar la macro para al menos tener un horizonte económico claro y, por supuesto, la ocupación de oficinas y depósitos logísticos así como los comercios van de la mano del crecimiento económico y la generación de empleo formal para ocupar esos espacios de trabajo. “Con crisis y recesión desde el 2011, es milagroso tener baja vacancia y valores sostenidos como seguimos teniendo en el sector y es gracias a que aún falta más stock, y el negocio inmobiliario sigue siendo refugio de valor”, resalta.