“La mayoría de los emprendimientos están destinados a vivienda social. El estado no construye ni da créditos se ha llegado a un entendimiento con los bancos que operan bajo determinadas restricciones y son los que otorgan los créditos tanto a los compradores como a los desarrolladores. Esto se ha logrado porque hay un marco de estabilidad y confianza”, explica Valenzuela, quien estuvo en Expo real Estate en representación de la empresa familiar que cuenta con una larga trayectoria en el mercado boliviano.
Y agrega que “en el 2000 hubo un statu quo que se rompió, se podrá estar de acuerdo o no y en su momento generó incertidumbre, hoy las instituciones financieras y los desarrolladores se adecuaron a esas reglas y el sistema funciona. El gobierno promueve la vivienda, trabaja muy de cerca con el sector financiero y apoya a los desarrolladores, lo que se busca es asegurar estabilidad a las familias, considerando que la vivienda es parte fundamental de la vida de una persona”, teniendo en cuenta que existe un importante déficit de vivienda. El 90 % de lo que se construye apunta a compradores genuinos y el 10% son inversores. La mayoría de estas propuestas se centran en las ciudades de La Paz y Santa Cruz.
Por otro lado, Valenzuela comenta que hay mucho por hacer en materia de real estate, y hace hincapié en una mayor formación de los profesionales y están avanzando en ese aspecto, mediante la conformación de instituciones que nucleen a todos los referentes de un sector que está muy atomizado.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Bolivia se ubicó en el 1,2 % en los primeros seis meses del año, una de las cifras más bajas en Suramérica, gracias a un tipo de cambio bajo, el subsidio en varios productos de la canasta familiar y el control de precios.