Construir pese al escenario turbulento
En un panel moderado por Daniel Mintzer, expusieron Sebastián Sánchez, co director de Kopel Sánchez y Ventura, estudio uruguayo que tiene actualmente 150.000m2 de obra, Santiago Riva, presidente de la constructora homónima, Iván Szczech, presidente de la Cámara de la Construcción, Alejandro Belio, gerente general de GCDI, Florencia Miconi, CEO de IMASA, Manuel Valdés, gerente Comercial de CRIBA y Ricardo Griot, presidente del Grupo Pecam.
La importancia de contar con políticas de Estado y leyes claras, así como un marco jurídico que favorezca las inversiones, fue expuesto como el ideal, aunque desde el lado argentino, los empresarios rescataron la gimnasia que tienen ante esta carencia, y cómo se adaptan a los vaivenes.
Sebastián Sánchez inició el relato de su experiencia, iniciada a través de un estudio de arquitectura tradicional y cómo a partir de la Ley de Vivienda Promovida en Uruguay, que rige desde el 2007, llevan más 14.500 viviendas finalizadas y cerca de 7500 en construcción en Montevideo. “Dinamizó tanto el mercado privado como el de la construcción y, por lo tanto, la economía del país. Además, generó reglas del juego claras e iguales para todos, lo que con el correr de los años nos permitió crecer hasta volvernos referentes del mercado local y hoy casi el 10% de las unidades a través de esta ley están bajo nuestra nómina”, detalló.
El titular de la CAMARCO, Iván Szczech consideró que “los argentinos eran olvidadizos, ya que la industria en su conjunto, consensuó el primer protocolo para trabajar en pandemia, que se puso en práctica el 10 de abril de 2020, para sortear poco tiempo atrás, una de las peores crisis de la que se tenga memoria”. E hizo hincapie en la tarea de colaboración de las distintas entidades, que reunieron un informe sobre las necesidades del país en materia de infraestructura, que se entregará a todos los candidatos para las elecciones de octubre.
EL SHOCK POST PASO
El escenario complicado, sin precio ni stock, que sucedió a las primarias, fue abordado por Santiago Riva: “durante los primeros días se rechazaron algunos e checks por ventas ya acordadas, y se creó un estado de parate”. Sin embargo, consideró que fue posible, través de la construcción de las relaciones comerciales, que son de largo plazo en la construcción, fue posible conversar y llegar acuerdos, al margen de los contratos de mediano y largo plazo. En la transición, aconsejó volver a lo básico. En este aspecto, coincidió Manuel Valdés, y recordó que en tantos años de ejercicio, los empresarios están acostumbrados a superar las crisis. La pandemia, por ejemplo, demandó grandes esfuerzos y en el caso de CRIBA, en los peores momentos, apelaron a hacer más eficientes los métodos y los recursos humanos. “Hace falta ser creativos para resolver los conflictos” dijo y recordó que las crisis de la construcción son recurrentes. “Nuestra industria es de largo plazo, la diferencia está en hacer
las cosas bien, con habilidad para sortear las dificultades”. Sobre este tema, la repetición de los cambios abruptos, Alejandro Belio convino en la necesidad de consensuar con los proveedores acerca de las distorsiones, y “lograr flexibilidad para mantener el equilibrio de los contratos en medio de la obra”.
Florencia Miconi, representante de una empresa con tres décadas en el mercado marplatense, apeló a que hay que seguir trabajando, para responder a los que invirtieron en ladrillos. Como prueba de esa voluntad de persistir en la tarea, destacó que ese mismo día se trataba en el Concejo Deliberante de la ciudad, ( y se aprobaron) la creación del Distrito de Arte y Diseño en Juan B. Justo y Edison, y la construcción de departamentos y un hotel boutique en el predio donde funcionó el Hotel Hurlingham, frente a la playa Varese, para revitalizar un sector deteriorado.
Finalmente, Ricardo Griot, aludió al momento particular que se enfrenta, y apeló a la “ calma que hace falta para comprender que las variables no son definitivas. Hay que mantener la confianza en la construcción, y recurrir al trato directo para lograr acuerdos y equilibrios, pensando ya en el próximo año”.
En síntesis: constructores, manos a las obras.
